Pese a que durante los últimos años, y por desgracia, hayamos entrado en una pandemia que afecta negativamente a la salud de toda la sociedad, como es el coronavirus, también han aflorado nuevas pandemias, y una de ellas es la de la desinformación, tal y como citó literalmente Tedros Adhanom, actual director de la Organización Mundial de la Salud (OMS): "Estamos luchando no sólo contra una pandemia, sino también contra una infodemia". Respecto a ello, cada brote se encuentra repleto de abundante información, incluyendo rumores y noticias falsas las cuales se propagan igual, o incluso más rápido, que el propio virus, generando miedo y pánico, aumentando la confusión pública, y generando efectos adversos sobre su salud mental.
CONFINAMIENTO E INFORMACIÓN EN REDES SOCIALES
Una de las consecuencias de la pandemia, por lo menos del confinamiento, es el incremento producido sobre el tiempo empleado en redes sociales, donde parece que Twitter es la red principal de información (47,4%) seguida de Facebook (32,6%) e Instagram (20%). En relación con esto y los usuarios que conforman dichas redes sociales y que comparten un tipo de información concreta, existen numerosos factores que hacen que sigamos, o no, a una persona en el perfil de una red social, y es que el hecho de seguir a esa persona quiere decir seguramente que consideramos su contenido como fiable. De esta forma, consideramos más fiables a aquellos usuarios con más de 100 seguidores, así como a aquellos que llevan más de 6 meses adscritos a determinada red social. Además, el historial previo de publicaciones que haya realizado la propia persona también parece importante.
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DIVULGACIÓN CIENTÍFICA EN LA ERA TECNOLÓGICA
Por otro lado, nos encontramos cada vez con una mayor comunidad científica en redes sociales, sobre todo en Twitter, debido a la rápida expansión del mundo digital. De esta forma, numerosos científicos se animan a publicar en esta red social sus últimos artículos publicados en prestigiosas revistas con el objetivo de darlos a conocer. Respecto a ello, es necesario saber que las citas son la métrica principal de estos artículos ya que el factor de impacto de la revista viene determinado por el número de citas recibidas, por lo que se busca alimentar esto último.
Además, y en consecuencia a todo lo anterior, aparecen métricas alternativas como las visitas a la página del artículo o las medidas de uso compartido en redes sociales, las cuales evalúan el potencial y la difusión de un artículo científico determinado.
Sin embargo, estas métricas alternativas tienen ciertas limitaciones, y es que no miden el número de lectores comprometidos, pero si otros factores como el interés inicial y el intercambio en redes sociales, donde estos varían según los campos de la comunidad científica. Por ejemplo, en campos muy pequeños, donde los científicos se citan entre sí, estas métricas alternativas son más bajas.
IMPACTO DE LA UTILIZACIÓN DE REDES SOCIALES EN EL ÁMBITO CIENTÍFICO
Debido a todo lo anterior, no parece que sea ninguna sorpresa que cada vez más editores de revistas científicas exploren el uso de redes sociales para impulsar estas métricas. Como reflejo de ello, una revista de medicina de emergencia que incitó a sus miembros para que compartiesen estudios de la revista con sus propias interpretaciones en Twitter, aumentó de 33 a 130 las visitas de cada artículo. Por otro lado, y en esta línea, los editores de una revista de radiología que compartieron tweets con artículos de la revista aumentaron en más del doble la mediana de visitas de cada artículo. Aunque ciertos datos no refieran a citas, algunos estudios observacionales relacionan esta difusión en redes sociales con más citas producidas. Finalmente, y pese a que estos datos podrían deberse a factores heterogéneos parece que la inclusión de gráficos y/o figuras sería un factor importante para llegar a estos resultados al aumentar el atractivo visual.
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REFERENCIAS
- Divvi, A., Kengadaran, S., Katuri, L. S., Kavitha, M., Sundaragopal, A., Anusha, V., Kengadaran, S., & Sekar, H. (2021). A content analysis of social media on outbreak of infodemic amidst COVID-19 pandemic. Journal of education and health promotion, 10, 366. https://doi.org/10.4103/jehp.jehp_1136_20
- Trueger, N. S., Yilmaz, Y., & Chan, T. M. (2020). Leveraging tweets, citations, and social networks to improve bibliometrics. JAMA network open, 3(7), e2010911-e2010911.
- Trueger, N. S., Bokarius, A. V., Carroll, S., April, M. D., & Thoma, B. (2018). Impact of a physician-led social media sharing program on a medical journal’s web traffic. Journal of the American College of Radiology, 15(1), 184-189.
Cómo citar este artículo de blog: Hernando-Valle, I. (07 de enero de 2022). Twitter: ¿Un recurso útil para la ciencia o un nido de desinformación para la sociedad?. Pildorabreve. https://pildorabreve.com/blog/ejercicioysalud/twitter-un-recurso-util-para-la-ciencia-o-un-nido-de-desinformacion-para-la-sociedad
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