Si sabemos todos los beneficios que tiene ser activos físicamente para nuestra salud, ¿por qué la mayor parte de la población mundial no le da prioridad y suelen ser inactivos? ¿Por qué renunciar a realizar algo que sabemos que nos va a hacer vivir más años con una mejor calidad de vida y que además es gratuito?
¿Por qué cuesta tanto ser constantes con el ejercicio?
Ante la elección de un tipo de actividad físico-deportiva a realizar solemos buscar aquella que nos genere los mayores beneficios con los menores costos posibles. En otras palabras, y a través de un ejemplo, si decidimos salir a correr analizamos los beneficios que nos proporcionará (mejorará nuestra salud a largo plazo), pero también los costos que ello conlleva (implica mucho esfuerzo). Tras ponerlo en una balanza, y por desgracia, seguramente lo segundo pese más, siendo complicado, por tanto, que se implante un hábito sobre ello.
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Factores implicados
Ante ello, existen varios factores implicados, el primero, denominado como descuento por esfuerzo, nos dice que el valor físico que le atribuimos a una tarea disminuye a medida que aumenta el esfuerzo físico para conseguirlo, es decir, y volviendo al ejemplo de antes, somos consciente de que si somos activos diariamente aumentaremos nuestra esperanza y calidad de vida, sin embargo, el esfuerzo que ello conlleva hace que disminuya el valor subjetivo que le damos.
Por otro lado, nos encontramos con el descuento por demora, el cual destaca que tendemos a preferir aquellas recompensas más pequeñas pero inmediatas, en comparación con aquellas mayores pero que vienen más a medio-largo plazo. Además, aquellas opciones intangibles suelen ser muy devaluadas. Por ello, aquí el ejercicio suele salir "perdiendo", ya que sus beneficios suelen venir a largo plazo (mejora nuestra salud general pero no en el momento, sino cuando lo llevamos realizando por lo menos unas semanas) y no son tangibles (no solemos apreciar en el espejo como mejora nuestra salud, sino que son cambios que son producen dentro del organismo, a nivel fisiológico, por lo menos los que llevan menos tiempo conseguir).
Finalmente nos encontramos con la distorsión de creencias, la cual nos lleva a sobreestimar la probabilidad de eventos positivos (como puede ser vivir una vida larga y saludable), e infraestimar aquellos eventos negativos (como morir por una enfermedad). Un ejemplo de ello, podría ser un estudio realizado donde la gran mayoría de fumadores que padecían cáncer de pulmón no atribuían al tabaco la causa de su enfermedad.
¿Qué se puede hacer?
Una posible solución a todo esto como profesionales del ejercicio sería generar intervalos temporales positivos (disfrute) durante las sesiones de entrenamiento, lo cual se relaciona con una disminución de la fatiga física, aumentando la motivación interna (relacionándose con una mayor adherencia hacia la practica deportiva). Incluso, a los ya sabidos beneficios del ejercicio sobre el bienestar se le suman que aquellas personas que se divierten más durante la práctica deportiva, luego obtiene mayores beneficios sobre su bienestar.
Referencias
- Maltagliati, S., Sarrazin, P., Fessler, L., Lebreton, M., & Cheval, B. Why people should run after positive affective experiences, not health benefits.
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Cómo citar esta entrada de blog: Hernando, I. & Vázquez, I. (27-06-2022). Si el ejercicio es tan bueno para nuestra salud, ¿por qué gran parte de la población no es activa?. Pildorabreve.
https://pildorabreve.com/blog/ejercicioysalud/si-el-ejercicio-es-tan-bueno-para-nuestra-salud-por-que-gran-parte-de-la-poblacion-no-es-activa
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