Este artículo ha sido realizado en colaboración con el Poder del Chandal, una asociación sin ánimo de lucro en favor de las personas con enfermedad crónica y discapacidad, y que cuenta con proyectos que buscan mejorar la calidad de vida de estas personas, como el #ProyectoMiniGym, del que puedes enterarte más aquí.
Definición y limitaciones producidas por la patología
La parálisis cerebral es la causa más común de discapacidad física en la infancia con una incidencia de 211 por cada 1000 nacidos vivos (1). Esta, genera una disfunción del control postural derivada de una lesión cerebral primaria donde las redes motoras se ven afectadas por déficits como espasticidad muscular, cocontracciones, disminución de la producción de fuerza isométrica, reducción de la amplitud del reclutamiento muscular y pérdidas de potencia (1,2). Estas afectaciones contribuyen a limitaciones en las habilidades motoras gruesas que requieren equilibrio, sobre todo durante la marcha, en actividades que impliquen al tren superior y en otras habilidades orales como comer, tragar o hablar, provocando amplias restricciones respecto a las actividades de la vida diaria (1).
Beneficios del ejercicio físico
Ciertas dificultades afectan sobre todo a la marcha, reduciendo la velocidad de la misma, la cual sabemos que es un importante marcador de salud a todos los niveles (3). Respecto a esto, nos encontramos con el problema de que estos niños pasan gran parte de su tiempo a través de conductas sedentarias (2), concretamente entre un 76-99% del mismo, dedicando únicamente menos del 18% de su tiempo diario a la realización de actividades físicas moderadas y entre un 2-7% a actividades vigorosas (6). Sin embargo, a día de hoy existe evidencia moderada de la eficacia de diferentes estrategias en la mejora de las dificultades anteriormente citadas, encontrándose entre ellas algunas como la hidroterapia, el entrenamiento en cinta de correr con soporte del peso corporal, el entrenamiento de la parte central del cuerpo, el trabajo de equilibrio reactivo y la realización de tareas de motricidad gruesa (1).
Recomendaciones generales en cuanto a ejercicio físico
De forma concreta, y respecto a la parte que nos compete como Educadores Físico Deportivos, parece que la estrategia más efectiva es el entrenamiento específico de la marcha (3), ya que, diferentes estudios que han analizados como afectaba el entrenamiento de la fuerza durante 16 (4) o más (5) semanas de duración no encontraron mejoras significativas. No obstante, podría ser lógica la inclusión del entrenamiento de fuerza por la relación existente con la capacidad de la marcha (3).
En esta línea, una revisión publicada en la revista Developmental Medicine & Child Neurology (6) estableció una serie de recomendaciones para estos sujetos destacando las siguientes:
- Iniciarse con una etapa de familiarización respecto a la fuerza mediante cargas bajas (en cuanto a volumen e intensidad) durante 2-4 semanas a través de ejercicios monoarticulares, incrementando progresivamente ciertas características de la carga y avanzando hacia movimientos más complejos (sentarse y levantarse, subir escalones...).
- Oscilar, teniendo en cuenta lo anterior, con volúmenes de 1-4 series realizando entre 6-15 repeticiones por serie.
- En cuanto a la resistencia cardiovascular, cumplir con las recomendaciones generales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en relación con cada grupo de edad (aunque a veces sea complicado), limitando a menos de dos horas las actividades sedentarias no ocupacionales como ver la televisión.
El caso de Leonor
Leonor es una niña de 6 años que padece parálisis cerebral, y que, gracias (entre otras cosas) a los entrenamientos que ha realizado con Andrés y Sonsoles desde Trainsplant ha mejorado mucho su calidad de vida. Sin embargo, ahora necesita una ayuda económica para someterse a una operación en Alemania, donde, si todo va bien, podrá volver a caminar.
Si quieres apoyar esta iniciativa, puedes colaborar a través del siguiente enlace.
"Y es que al fin y al cabo, el ejercicio seguramente sea lo más importante entre las cosas menos importantes"
Referencias
- Dewar, R., Love, S., & Johnston, L. M. (2015). Exercise interventions improve postural control in children with cerebral palsy: a systematic review. Developmental Medicine & Child Neurology, 57(6), 504-520.
- Verschuren, O., Hulst, R. Y., Voorman, J., Pillen, S., Luitwieler, N., Dudink, J., & Gorter, J. W. (2021). 24‐hour activity for children with cerebral palsy: a clinical practice guide. Developmental Medicine & Child Neurology, 63(1), 54-59.
- Moreau, N. G., Bodkin, A. W., Bjornson, K., Hobbs, A., Soileau, M., & Lahasky, K. (2016). Effectiveness of rehabilitation interventions to improve gait speed in children with cerebral palsy: systematic review and meta-analysis. Physical therapy, 96(12), 1938-1954.
- Verschuren, O., Peterson, M. D., Balemans, A. C., & Hurvitz, E. A. (2016). Exercise and physical activity recommendations for people with cerebral palsy. Developmental Medicine & Child Neurology, 58(8), 798-808.
- Fosdahl, M. A., Jahnsen, R., Kvalheim, K., & Holm, I. (2019). Stretching and progressive resistance exercise in children with cerebral palsy: a randomized controlled trial. Pediatric Physical Therapy, 31(3), 264-271.
- Fosdahl, M. A., Jahnsen, R., Kvalheim, K., & Holm, I. (2019). Effect of a combined stretching and strength training program on gait function in children with cerebral palsy, GMFCS level I & II: a randomized controlled trial. Medicina, 55(6), 250.
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